
Pues bien, sólo han pasado cuatro años e Inglaterra no se parece ni a la sombra de lo que fue aquel equipo. Dirigidos desde el banquillo por Andy Robinson, que fue un gran jugador, pero que no ha dado la talla dirigiendo al actual campeón del mundo, la sombra de Clive Woodward es muy alargada. El equipo de la Rosa no parece atravesar por su mejor momento, a pesar de contar con la que es posiblemente la liga más cara de Europa, la Guinnes Premiership, con permiso de los franceses y su LNR. Inglaterra levanta todo tipo de dudas sobre su futuro el próximo año. Un equipo que se comporta de manera lenta y torpe en el terreno de juego, donde fueron vapuleados hace unos días por la poderosa selección neocelandesa, que desde mi punto de vista es una clara favorita en la próxima Copa del Mundo. Argentina también pasó por encima de Inglaterra y sólo Sudáfrica dejó escapar la oportunidad de vencer a los ingleses en Twickenham.
Que futuro tiene la selección Inglesa, a corto plazo no parece que se avecinen buenos tiempos, el equipo parece un segunda división entre los grandes y no parece que haya posibilidades de mejora, y menos aún con la legión de jugadores importantes que hay lesionados. Habrá que esperar unos meses para ver que ocurre.
El único consuelo que puede haber para los ingleses es que otras selecciones como la australiana, subcampeona del mundo en 2003 se encuentra en una crisis, sino tan grave, sí parecida a la de los ingleses.