Hace cuatro años, en estas mismas fechas y con la vista en la Copa del Mundo de Rugby que se celebraría en Australia en 2003, Inglaterra comandaba el Ranking de la IRB por delante de Nueva Zelanda, Australia, Francia y Sudáfrica. Tras un mes de noviembre en el que cosechó tres importantísimas victorias contra Nueva Zelanda por 31 a 28 el 9 de noviembre; contra Australia venció por un solo punto 32 a 31, el 16 de noviembre, un presagio de la final de la Copa del Mundo 2003; y contra Sudáfrica el 23 de noviembre por un contundente 53 a 3. Inglaterra se postulaba como una clara favorita a ganar el Mundial, dirigidos por un sensacional técnico, Clive Woodward, y con un equipo en el que los galones de Capitán correspondían a Martin Johnson escoltado por jugadores de la talla de Dallaglio, Vickery o Mike Tindall entre otros. Sin olvidarnos de ese maravilloso jugador que es Jonny Wilkinson, el verdadero protagonista de la final del campeonato.
Pues bien, sólo han pasado cuatro años e Inglaterra no se parece ni a la sombra de lo que fue aquel equipo. Dirigidos desde el banquillo por Andy Robinson, que fue un gran jugador, pero que no ha dado la talla dirigiendo al actual campeón del mundo, la sombra de Clive Woodward es muy alargada. El equipo de la Rosa no parece atravesar por su mejor momento, a pesar de contar con la que es posiblemente la liga más cara de Europa, la Guinnes Premiership, con permiso de los franceses y su LNR. Inglaterra levanta todo tipo de dudas sobre su futuro el próximo año. Un equipo que se comporta de manera lenta y torpe en el terreno de juego, donde fueron vapuleados hace unos días por la poderosa selección neocelandesa, que desde mi punto de vista es una clara favorita en la próxima Copa del Mundo. Argentina también pasó por encima de Inglaterra y sólo Sudáfrica dejó escapar la oportunidad de vencer a los ingleses en Twickenham.
Que futuro tiene la selección Inglesa, a corto plazo no parece que se avecinen buenos tiempos, el equipo parece un segunda división entre los grandes y no parece que haya posibilidades de mejora, y menos aún con la legión de jugadores importantes que hay lesionados. Habrá que esperar unos meses para ver que ocurre.
El único consuelo que puede haber para los ingleses es que otras selecciones como la australiana, subcampeona del mundo en 2003 se encuentra en una crisis, sino tan grave, sí parecida a la de los ingleses.