11.10.11

Cuartos de final de la RWC (Comentarios)

Los cuartos de final de la RWC se han disputado con resultados inesperados, pero no sorprendentes. En el primer partido de cuartos que enfrentaba a  Irlanda con Gales los galeses se hacían con el encuentro por 22 a 10. Un encuentro que a priori parecía algo decantado a favor de los irlandeses, sobre todo después de haber sido primeros de su grupo y haber vencido a Australia. Pero los galeses que llegaban llenos de moral y con una convicción en sus posibilidades al cien por cien demostraron tener más claras las cosas. 

Comenzó el partido con el ataque irlandés sobre una sólida defensa galesa que en una recuperación supo montar un ataque con sus tres cuartos a la salida de un ruck que culminó el veterano ala Shane Williams con un ensayo ajustado al banderín, y que se encargó de convertir el apertura Rhys Priestland, dejando el marcador en 7 a 0 a favor de los dragones y sólo se llevaban 3 minutos de partido. Al XV del Trébol se le quedó cara de póker, pero no cejó en su lucha encajando el golpe del ensayo con una intensidad en ataque que no se veía recompensada con la anotación de un ensayo aunque a punto estuvieron en varias ocasiones. Durante toda la primera mitad la posesión fue mayor para Irlanda, al igual que estuvo más tiempo sobre el campo rival que sobre el propio, pero esto no se tradujo más que en un golpe de castigo convertido por O’Gara en el minuto 23 y que acercaba a los irlandeses a cuatro puntos del rival, 7 a 3. Pero los galeses seguían a lo suyo y a los pocos minutos del golpe transformado por el apertura irlandés, el zaguero de los dragones, Leigh Halfpenny anotaba un golpe de castigo muy lejano de los palos para alejar más en el marcador a su equipo 10 a 3. El partido seguía lleno de intensidad, pero en cada ataque irlandés aparecían un montón de casacas rojas que paraban al atacante. Los galeses parecían ser más sobre el terreno de juego. Así se llegó al descanso con una Irlanda impotente contra una escuadra galesa sin fisuras y con una concentración más que envidiable. Cuando se reanudó el partido en  la segunda mitad, Irlanda salió en tromba a por el partido, esta vez sí que hubo recompensa al juego irlandés y anotaron su único ensayo, fue el ala Keith Earls el que lo obtuvo, eso sí, tras deliberación de los árbitros con el juez de vídeo. O’Gara convirtió y el partido se puso empate a 10, sólo se llevaban 5 minutos de juego en esta segunda mitad y el partido volvía a sus inicios con el empate, pero Gales en el minuto 11, tras una sensacional jugada del medio de melé, Mike Phillips, que además fue elegido mejor jugador del partido, anotó un ensayo que de nuevo adelantaba a los dragones. Irlanda no podía con los galeses a pesar de estar jugando un buen partido. El remate galés llegó a 15 minutos del final del partido con un ensayo anotado por el número 13 Jonathan Davies en una sensacional penetración que fue convertido por Priestland y que dejó el marcador en el definitivo 22 a 10 que daba el paso a semifinales a Gales. Es la segunda semifinal que disputan los dragones, que en 1987, en la primera RWC se clasificaron ya y acabaron terceros. Fue un triunfo merecido, reconocido por los propios jugadores irlandeses que entendieron que Gales fue mejor en el encuentro, también ha sido una recompensa para la joven selección galesa que puede aspirar a todo con este equipo sensacionalmente dirigido por Warren Gatland, que puso el acento en el trabajo realizado por su equipo en las labores de placaje, sobre todo el placaje de piernas, así como en la dura preparación a la que fueron sometidos sus pupilos en su concentración en Polonia. A la espera de Francia el próximo 15 de octubre en Auckland quedan los galeses. Un partido muy abierto a priori, pero que si Gales mantiene su regularidad y Francia su irregularidad puede ser histórico para los dragones.

El otro partido de cuartos de final de este cruce enfrentaba a otro equipo invicto, como Irlanda, nada menos que a Inglaterra contra la sorprendente, en aspecto negativo, Francia que venía de perder con Tonga y dejarse tres puestos en la clasificación de la IRB. Inglaterra a pesar de venir invicta, no las tenía todas consigo, un equipo que sólo arrastra dudas y algunos escándalos protagonizados por sus jugadores a los que se les acusa de falta de disciplina fuera del terreno de juego, y que han sido defendidos a toda costa por su entrenador Martin Johnson, aunque dentro del terreno de juego tampoco se comportan como un equipo disciplinado y concentrado. Por su parte Francia tampoco disfrutaba de una luna de miel entre jugadores y entrenador por lo que lo que menos se esperaba de los Blues era que jugasen como lo hicieron. Francia ganó y convenció, fue un partido en el que los franceses salieron muy motivados, por algo Inglaterra es el enemigo más odiado en los enfrentamientos de rugby.  Los dos equipos salieron muy fuertes pero Francia parecía tener muy claro a lo que quería jugar, para librarse de la presión inglesa Francia apostó por jugar al pie para mantenerse ordenados en defensa y esperar su oportunidad en ataque. La fortaleza francesa se gestó desde su tercera línea de delanteros liderada por Imanol Harinordoquy, el jugador de Biarritz, elegido mejor jugador del partido, fue espectacular, tanto él como sus flánkers, Thierry Dusautoir y Julien Bonnaire abusaron de sus rivales y tenían a Jonny Wilkinson y a Toby Flood atemorizados cada vez que recibían un balón. Por su parte Inglaterra basaba su ataque en sus tres cuartos centros, y principalmente en Manu Tuilagi, quien por potencia casi siempre abría hueco entre sus rivales, pero nunca encontraba el apoyo de sus compañeros. El partido comenzó con intensidad y como casi siempre durante toda esta RWC con los regalos ingleses que cometieron sendas infracciones que los franceses aprovecharon por mediación de Dimitri Yachvili que anotó los dos golpes de castigo. Francia ponía las cartas sobre la mesa e Inglaterra aunque intentaba contrarrestar se veía inferior a la delantera francesa, tanto fue así que el primer ensayo francés no tardó en llegar por mediación del ala abierto Vincent Clerc. El partido se ponía 11 a 0 contra el XV de la Rosa. La impotencia de Inglaterra se iba poniendo de manifiesto una y otra vez de manera que Francia en un nuevo ataque que partió de los delanteros y que culminaron los tres cuartos, anotó un ensayo por mediación de su zaguero, sumado al ataque, Maxime Medard. El primer tiempo acababa con un 16 a 0 a favor de Francia que parecía en la senda de llevarse el partido y más después de la imagen ofrecida por Inglaterra en esta primera parte. En la reanudación Inglaterra parecía haber cambiado en sus intenciones, con la entrada de los relevos en la delantera. Corbisiero entró por Stevens, Hartley por Thompson, Shaw por Deacon y Lawes por Croft. Dos cambios en la primera línea y uno en la segunda y otro en la tercera. La delantera inglesa estaría más fresca en esta segunda mitad. Así en el minuto 55 y tras el dominio territorial inglés llegó el ensayo, obra de Foden que convirtió Wilkinson para acercar a Inglaterra en el marcador que ahora reflejaba un 16 a 7. Francia en lugar de desordenarse tras el ensayo inglés unió más sus líneas y su tercera línea se convirtió en una máquina de placar, y recuperar balones, en una recuperación un balón llegó a Trinh-Duc, que había sustituido a Yachvili, y franco lanzó un drop que ponía el resultado   19 a 7, inalcanzable para Inglaterra que aún tuvo fuerzas para anotar un ensayo por Mediación de Mark Cueto dejando el resultado en el definitivo 19 a 12. La eliminación de Inglaterra deja a Martin Johnson al pie de los caballos ya que su contrato acaba en noviembre y todo apunta a que no será renovado, sobre todo teniendo en cuenta los escándalos de sus jugadores fuera del terreno de juego. Pero esto lo analizaremos en un futuro post.

En el tercer partido de cuartos de final, el que enfrentaba a Sudáfrica y a Australia el resultado fue a favor de los Wallabies por 11 a 9 en un partido dominado por Sudáfrica pero bien defendido por Australia que supo contrarrestar el dominio de los Springboks. Los sudafricanos empezaron dominando tanto en posesión como jugando en campo rival, pero la defensa australiana era numantina por lo que los Boks no conseguían penetrarla, en una touch que los sudafricanos sacaron en su 22, a 5 metros de la línea de ensayo cometieron un error en el ruck que se formó a continuación y  que los Wallabies no desaprovecharon. Fue una jugada de delantera donde intervinieron Samo, McCabe y Horwill, anotando este último el ensayo que no fue convertido por O’Connor, que enmendó su error en el minuto 16, cuando transformó un golpe de castigo a favor de Australia y que ponía el resultado 8 a 0 en contra de Sudáfrica. El partido era dominado por Sudáfrica que no acababa de culminar ese dominio en puntos, hasta que  cuando el primer tiempo se iba acabando un golpe de castigo a su favor fue transformado por Morne Steyn, que falló otro en el minuto 40, y que dejaba el partido en 8 a 3 al descanso, y todo abierto para la segunda mitad. Cuando comenzó la segunda mitad fue un calco de la primera, Sudáfrica atacando y Australia defendiéndose con fuerza y multiplicando esfuerzos con un jugador que estaba en todas partes el tercera línea David Pockock, que fue además elegido el mejor jugador del partido, y que fue felicitado públicamente por su entrenador Robbie Deans. Pero en el minuto 55 Morne Steyn anotó un nuevo golpe de castigo que era el premio al dominio sudafricano y que ponía el marcador en 8 a 6 a solo dos puntos de los australianos. Animados por la transformación del golpe de castigo, Steyn se animó a lanzar un drop que entró entre los tres palos y que los ponía por primera vez por delante en el marcador 9 a 8. Sudáfrica seguía haciendo su juego machacón e implacable, Australia se defendía con uñas y dientes, alejando el peligro con el juego al pie, pero esto animaba más a los sudafricanos que a pesar de dominar y controlar el partido no aumentaban la diferencia mientras que Australia a nueve minutos del final anotó un golpe de castigo por mediación de O’Connor poniendo de nuevo a los Wallabies por delante en el marcador 11 a 9 que resultó definitivo. Sudáfrica hizo un gran partido en ataque pero no supo culminar su dominio, mientras que Australia nunca perdió la concentración en defensa e hizo un ejercicio defensivo sobresaliente. El enfrentamiento ante Nueva Zelanda promete ser intenso, y si es como el último partido del 3 naciones podría llegar a ser una sorpresa.

Nueva Zelanda ganó a Argentina por 33 a 10, fue un partido difícil para los All Blacks, gracias sobre todo al inicio de los Pumas que comenzaron amenazando la defensa rival con una fuerte presión y la velocidad de sus tres cuartos. Los All Blacks comenzaron anotando por mediación de Piri Weepu, el medio de melé fue el pateador elegido ante la ausencia de Carter lesionado, de nuevo fue Weepu el que anotó un golpe de castigo para los suyos poniendo el marcador en 6 a 0 a su favor, pero sin nada claro todavía para su equipo. Los argentinos aprovecharon una melé para que su número 8 saliera con el balón jugado, esquivó dos intentos de placaje y formó un ruck a cinco metros de la línea de ensayo neocelandesa, finalmente Julio Farias Cabello anotó el ensayo cerca de la bandera y Felipe Contepomi anotó la conversión poniendo a los Pumas por delante 7 a 6. Para mayor desgracia neocelandesa, el medio de apertura Colin Slade, se lesionaba dejando paso al tercer elegido para el puesto por Graham Henry, Aaron Cruden. Weepu de nuevo anotó dos golpes de castigo que volvían a dar ventaja a los All Blacks 12 a 7. El primer tiempo acabó así, pero en el inicio de la segunda mitad Argentina por mediación de Marcelo Bosch anotó un golpe de castigo para acercarse a sólo dos puntos de Nueva Zelanda, pero Weepu de nuevo devolvió la diferencia a 5 con la transformación de un nuevo golpe de castigo en el minuto 50. A pesar de la superioridad de los tres cuartos neocelandeses los Pumas supieron defender la línea y sólo por mediación de Weepu pudo Nueva Zelanda anotar tres puntos más para ponerse 18 a 10.  El medio de melé neocelandés dominaba el juego de su equipo y fue elegido mejor jugador del partido, fue la clave del triunfo neocelandés, ya que supo leer mejor que nadie el juego que interesaba hacer a los All Blacks. Fue una jugada entre él y el número 8 Kieran Read la que dio el primer ensayo a su equipo y se ponían 23 a 10 a 12 minutos del final. Los pumas empezaron a mostrar la fatiga del encuentro y Weepu anotó un nuevo golpe de castigo, el séptimo en su cuenta para ponerse 26 a 10. El final llegó con una ensayo del segunda línea neocelandés Brad Thorn que fue convertido y que dejaba el partido 33 a 10, un resultado excesivo para los méritos argentinos que se han ido con la cabeza bien alta de este mundial, y que si hubiesen tenido más suerte frente a Inglaterra en la fase de grupos igual estaba en semifinales. Nueva Zelanda se las verá con Australia en una semifinal que promete ser disputada, y que jugarán el próximo domingo.