9.8.06

¿Todos contra Gregan?

Leo el pasado lunes en la web de la BBC sobre rugby las críticas vertidas sobre George Gregan por parte de Eddie Jones, el que fuera seleccionador de los Wallabies hasta la llegada de John Connolly y entrenador de los Brumbies, equipo donde juega Gregan, antes de su etapa como seleccionador.

Las críticas a George Gregan vienen de lejos, pero la última rajada sobre él es a raíz del partido que jugaron el pasado sábado con los springboks, y donde la victoria de los australianos no convenció a nadie. Eddie Jones, que se suma a las críticas de la prensa australiana contra Gregan, aboga por Matt Giteau como nuevo medio de melé, Giteau es un centro clásico que nunca ha jugado como medio de melé con los wallabies, aunque en la gira del 2002 por Argentina y Europa fuera seleccionado en condición de medio de melé, si que tiene experiencia como apertura, puesto en el que ha jugado en los wallabies en alguna ocasión así como en la posición de tres cuartos centro.

Por su parte George Gregan ha batido el récord de internacionalidades con la selección australiana, con la que suma 124, y también ha batido el récord de capitanías en partidos oficiales de la selección, este récord lo tenía el mítico segunda línea John Eales con 55 partidos como capitán de los Wallabies.

Eddie Jones ha sugerido que Gregan debería renunciar a seguir en el equipo australiano y dar paso a nuevos jugadores, recordemos que la próxima Copa del Mundo es el próximo año y que George Gregan ha insistido en liderar a su selección en 2007.

Jones aboga por una serie de cambios en la selección Wallabie, y defiende que estos cambios han de llegar pronto.

Ciertamente Jones es un gran técnico pero que no ha tenido mucha suerte como seleccionador al perder la final de la pasada Copa del mundo que se celebró en Australia, donde jugando como equipo anfitrión perdió contra la selección inglesa en un memorable partido del inglés Johnny Wilkinson.

Por su parte George Gregan es una estrella a la que parece que el paso de los años está pasando factura y sobre el que no dejan de llover todas las críticas de los malos resultados de su selección. Algo injusto, aunque su capacidad de liderazgo siga existiendo quizás sea hora de la tan ansiada revolución del equipo australiano que no parece producirse nunca en los puestos claves del equipo.